El equipo afrontó un primer tiempo complicado, donde las imprecisiones nos costaron caro y permitieron al rival adelantarse con tres goles. A pesar del golpe, el equipo no bajó los brazos y salió con otra actitud en la segunda mitad.

El desafío se tornó aún mayor cuando, poco después del inicio del segundo tiempo, el árbitro mostró la tarjeta roja a nuestro central Agus, dejándonos en inferioridad numérica. Sin embargo, lejos de rendirse, el equipo sacó carácter y empezó a generar ocasiones.

Adama recortó distancias con un gol que nos devolvía la esperanza, y más tarde, Proven sumó el segundo tanto, acercándonos aún más en el marcador. Los nuestros lo dieron todo hasta el último minuto, buscando la remontada, pero el tiempo no alcanzó para completar la hazaña.

Un esfuerzo admirable que demuestra la garra del equipo. ¡Seguimos adelante!